El mandatario argentino celebra avances en la economía mientras enfrenta críticas por los costos sociales de sus políticas de ajuste.
En su primer año como presidente, Javier Milei consolidó una imagen polarizante. Desde los elogios de Donald Trump en Mar-a-Lago hasta las manifestaciones en Buenos Aires contra sus recortes, el líder libertario de derecha sigue generando intensos debates tanto dentro como fuera de Argentina.
Uno de los hitos más destacados de su gestión ha sido la reducción de la inflación. Cuando asumió, el índice mensual era del 12,8%; hoy se encuentra en el 2,4%, la cifra más baja en cuatro años. Además, los ingresos públicos han superado los gastos por primera vez en 16 años, un logro que ha sido reconocido por organismos internacionales como el FMI, que proyecta una inflación anual del 45% para 2025, lejos del 211% registrado en 2023.
El costo del ajuste: pobreza y protestas
Sin embargo, los avances económicos no han sido gratuitos. La drástica reducción del gasto público en un tercio, junto con la eliminación de controles de precios y subsidios, ha dejado a millones en una situación de mayor vulnerabilidad. Los comedores sociales han visto un aumento en la demanda, y sindicatos y estudiantes universitarios han encabezado manifestaciones contra las medidas de austeridad.
“Todos los días tenemos más gente para comer”, señaló Margarita Barrientos, quien dirige un comedor social en Buenos Aires. Estas declaraciones reflejan el impacto que las políticas de Milei han tenido en los sectores más desfavorecidos, donde los ajustes profundos han generado descontento.
Perspectivas mixtas para el futuro
A pesar de las dificultades, Milei mantiene el apoyo de gran parte de la ciudadanía, con un 56% de aprobación según encuestas recientes. “Se vienen tiempos felices en Argentina”, aseguró durante un discurso en el que prometió crecimiento sostenido para 2025, destacando que los sacrificios no han sido en vano.
Mientras los inversores internacionales aplauden sus reformas, muchos argentinos de clase media, como Miguel Valderrama, valoran la estabilidad lograda. “Antes, los precios subían varias veces al día; ahora podemos planificar mejor”, comentó este comerciante porteño.
El desafío para Milei será equilibrar el impacto social de sus políticas con la estabilidad económica que ha logrado en su primer año de mandato, en un país que sigue buscando salir de su largo ciclo de crisis recurrentes.