El exsenador presentó un recurso de amparo cuestionando la legalidad del procedimiento, mientras enfrenta cargos de contrabando en Paraguay.
Edgardo Kueider, recientemente expulsado del Senado con 61 votos a favor y sólo 5 en contra, busca revertir la decisión a través de un recurso de amparo presentado por su abogado Maximiliano Ruiz. El exlegislador, detenido en Paraguay bajo acusaciones de contrabando, sostiene que el proceso que llevó a su destitución fue irregular y contravino normativas establecidas.
Uno de los puntos más controvertidos es la participación de Victoria Villarruel, presidenta provisional del Senado, en la sesión en la que se votó la expulsión. Según la defensa de Kueider, Villarruel no debería haber presidido el encuentro, ya que, tras el viaje del presidente Javier Milei, estaba formalmente a cargo del Poder Ejecutivo. Desde su despacho argumentan que no fueron informados a tiempo sobre la partida del mandatario, mientras que Casa Rosada asegura lo contrario.
Allanamientos y controversias
La jueza Sandra Arroyo Salgado dispuso el allanamiento de los despachos de Kueider, ubicados en el Palacio Legislativo y el Anexo del Senado, como parte de otra causa que lo investiga por corrupción. Aunque la medida no incluía una solicitud explícita de precintar los espacios, Villarruel ordenó asegurar ambos despachos para “preservar pruebas”. Esta decisión generó críticas debido a que Kueider aún contaba con fueros al momento del operativo.
Además, la situación procesal de Kueider en Paraguay complica aún más el panorama. Su detención por contrabando fue clave en la decisión del Senado de destituirlo, pero su defensa insiste en que el procedimiento de expulsión no fue válido.
Impacto político y desafíos legales
La resolución del recurso de amparo podría obligar a repetir la votación en el Senado, lo que representaría un desafío para el oficialismo. Durante el debate, La Libertad Avanza propuso suspender a Kueider hasta marzo, pero la moción no prosperó. Finalmente, la mayoría de los senadores, incluidos varios de Juntos por el Cambio, apoyaron la expulsión.
El caso no sólo pone en juego el futuro político de Kueider, sino que también podría impactar la percepción pública sobre la transparencia y el funcionamiento del Senado en un contexto de tensiones políticas y judiciales.