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En una movilización en San Pablo convocada por el ex presidente Jair Bolsonaro, miles de seguidores se reúnen para rechazar las sospechas golpistas en su contra y mostrar su apoyo como líder de la oposición. Bolsonaro, inhabilitado políticamente, se pronuncia contra la exclusión de opositores del escenario político y pide amnistía para sus seguidores detenidos. La manifestación, vista como una defensa del Estado democrático, refleja la intensificación de las tensiones políticas en Brasil.

Una gran concentración tuvo lugar el domingo en San Pablo, convocada por el ex presidente Jair Bolsonaro, quien busca desmentir las acusaciones golpistas en su contra y mostrar su poderío como líder de la oposición.

Bolsonaro, actualmente inhabilitado políticamente, expresó su rechazo a la exclusión de los opositores del escenario político, afirmando que no puede aceptarse que se marginen a los contrincantes sin justificación. Además, solicitó una amnistía para sus seguidores detenidos por la invasión y destrozo de las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023, durante la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva en el poder.

El ex presidente negó cualquier intento de golpe y llamó a la movilización como una defensa del Estado de derecho democrático. Miles de seguidores, ataviados con los colores verde y amarillo, se congregaron en la emblemática Avenida Paulista, respondiendo al llamado de Bolsonaro.

La manifestación, que contó con la presencia de dirigentes políticos y figuras destacadas, también fue promovida por líderes evangélicos influyentes en Brasil, un electorado clave para Bolsonaro y la oposición conservadora. Los manifestantes expresaron su apoyo al ex presidente y denunciaron una supuesta persecución política en su contra, mientras que algunos mostraron su respaldo a Israel tras las controversiales declaraciones de Lula sobre el conflicto en Gaza.