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Ante la falta de acuerdo en las negociaciones salariales, el Gobierno decidió un incremento del 30% respecto al mes anterior. Esta medida unilateral del Gobierno refleja su compromiso con la estabilidad fiscal y su objetivo de alcanzar el déficit cero en 2024. Para febrero, el salario mínimo llegará a $180.000.

El Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) fue establecido en $180.000 para febrero y $202.800 para marzo, según anunció Manuel Adorni, vocero presidencial, en la conferencia de prensa de hoy.

Ante la falta de acuerdo en las negociaciones por el SMVM entre las partes involucradas, el Gobierno ha tomado la decisión de fijarlo por decreto. Este aumento representa un incremento aproximado del 30% con respecto al mes anterior, cuando el salario mínimo estaba fijado en $156.000. El SMVM es una referencia clave en las relaciones laborales y sociales, ya que establece un piso para los contratos laborales y determina otros beneficios y prestaciones.

La determinación del nuevo valor del SMVM se produjo después de una reunión infructuosa el 15 de febrero entre el Gobierno nacional y representantes gremiales, sociales y empresariales. Los sindicatos buscaban un aumento del 85%, llevando el salario mínimo a $288.600, pero al no alcanzar un acuerdo, el Gobierno optó por establecerlo unilateralmente.

Este aumento tendrá un impacto significativo en los programas sociales, como el Potenciar Trabajo, que actualmente abarca a 1,2 millones de personas y proporciona medio salario mínimo a cambio de una prestación laboral de 4 horas. La Casa Rosada busca recortar el gasto en este tipo de asistencia social, considerándolo irregular por ser “intermediado” por organizaciones sociales. El ajuste presupuestario para el Potenciar Trabajo debería rondar el 0,4% del Producto Bruto, según el Ministerio de Economía.

La determinación del SMVM por parte del Gobierno refleja su compromiso con la estabilidad fiscal y su objetivo de alcanzar el déficit cero en 2024. Este enfoque se evidenció en enero con un superávit primario significativo, impulsado en parte por la contención del gasto público.