Este cambio geopolítico va más allá de la salida de Argentina de los BRICS e incluye una condena explícita a dictaduras latinoamericanas, la negociación acelerada para actualizar acuerdos comerciales y la firme intención de unirse a la OCDE.
Javier Milei, presidente de Argentina, ha decidido retirar al país del foro multilateral BRICS, enviando cartas oficiales a Xi Jinping y Vladimir Putin para comunicar su decisión. La administración Milei expone claramente en la misiva los motivos de esta retirada, destacando las diferencias en la política exterior con el gobierno anterior.
La incorporación de Argentina a los BRICS ocurrió durante la presidencia de Alberto Fernández, apoyado por Xi Jinping, a pesar de la reticencia de algunos líderes del bloque. Milei, por otro lado, rechaza la cercanía geopolítica con China y Rusia, basando su posición en una ideología que favorece una alianza con Estados Unidos.
La renuncia de Argentina a los BRICS implica un cambio geopolítico que va más allá, incluyendo una condena explícita a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, la decisión de no designar embajadores en dichos países, la negociación para actualizar el acuerdo Mercosur-Unión Europea, y la intención de unirse a la OCDE, apostando por el libre comercio entre bloques con impronta democrática.
Este movimiento geopolítico de Argentina también refleja la postura de Milei en rechazar cualquier alianza con países como China e Irán, que son aliados en la guerra contra Ucrania y tienen vínculos con la organización terrorista Hamas. La decisión de Milei busca distanciarse de estas asociaciones, marcando un cambio significativo en la orientación internacional del país.