Presiona para que Lousteau compita con boleta corta, algo que dejaría sin chances a su competidor.
Jorge Macri rechaza el proyecto de separar las urnas de elecciones nacionales y porteñas y complica a Martín Lousteau. El ministro de gobierno presiona para que el senador compita con boleta corta, algo que lo dejaría sin chances para la jefatura de Gobierno.
Tras la reunión entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, Jorge se aseguró el apoyo total del PRO a su postulación. Pero además congeló la idea de que en el distrito se vote en con urnas separadas.
Esa es una cuestión central: obligar a Lousteau a competir con boleta corta sería letal para sus aspiraciones de suceder a Larreta. Durante la cumbre de la semana pasada, Mauricio Macri se mostró permeable a la idea de separar las boletas nacionales de las locales.
Utilizar dos urnas diferentes haría que ninguno de los candidatos porteños pudiera pegar su lista a la de presidente. Eso desactivaría la potencia de Javier Milei en el distrito y haría que los libertarios pierdan fuerza en la Legislatura. Además, ayudaría a Larreta a contener al radicalismo, cuya estructura es central en el armado larretista.
Pero lo que es útil para el jefe de Gobierno, no es bueno para Jorge Macri. “No hay problema con una Legislatura con 12 libertarios. En las cuestiones importantes votan con nosotros”, dijeron cerca del ex intendente de Vicente López.
Patricia Bullrich ya anticipó que no le dará su boleta a Lousteau y, en varias entrevistas, Macri fue muy crítico del economista, con quien tiene una pésima relación desde que abandonó la embajada de EEUU en 2017 para competir en la Ciudad.
Es una incógnita cómo reaccionará el radicalismo. Se suponía que el acuerdo de 2019 que integró a la UCR porteña a Juntos, preveía una competencia en igualdad de condiciones por la sucesión. La boleta corta implica una clara ventaja para los postulantes que cuenten con un candidato presidencial.
Tanto Morales como Emiliano Yacobitti buscaban evitar que Macri y Larreta acordaran la estrategia del PRO porque eso podría implicar que el radicalismo se quedara sin nada. Esos temores se confirmaron. “El que ganó fue Macri. Ahora Horacio entregó la Ciudad y tal vez que quede sin la Presidencia”, analizaron, todavía con bronca, en el radicalismo.
Hasta el momento, Juntos cerró sus listas en todo el país con lógica provincial, justamente el modelo que Morales quería evitar.
Los problemas de la UCR no terminan allí: el centenario partido debe renovar 21 bancas de diputados y 6 de senadores en todo el país. Ocurre lo mismo que en la Ciudad: sin un postulante fuerte a la presidencia, podrían retener muy pocos escaños. ¿Serán los lugares en las listas la llave del PRO para lograr el apoyo del radicalismo?
Las opciones de Lousteau no parecen ser demasiadas. Si Morales termina en la boleta de Larreta, el economista deberá encabezar la boleta porteña. Salvo que decida competir con la presidencia. En esa elección tendrá pocas chances frente a Bullrich y Larreta, pero podría perjudicar al jefe de Gobierno.