El Clan del Golfo no respetó el alto al fuego acordado con el gobierno e impulsó un paro de mineros en Antioquia y Córdoba que lleva casi dos semanas.
Gustavo Petro atraviesa un duro enfrentamiento con el cártel de droga más poderoso de Colombia. Su iniciativa de “Paz total” es un cambio de 180 grados respecto a la militarización y la lucha contra las drogas de los gobiernos anteriores pero al mismo tiempo contiene muchas complejidades.
Para eso, decidió comenzar una purga de las Fuerzas Armadas que desplazó a 40 almirantes y generales de las FFAA y la Policía con el fin de instrumenta su política de “seguridad Humana”.
El Clan del Golfo es la amenaza más fuerte que enfrenta el gobierno colombiano, es el grupo armado organizado narcoparamilitar que forma parte del conflicto armado interno en Colombia. Se la considera la agrupación más grande, peligrosa y mejor estructurada del país, esto se debe a que posee un número considerable de combatientes, con presencia en 211 municipios del país y el gran número de cargamentos de droga que trafica a nivel nacional e internacional.
Uno de eso estados es Antioquia, epicentro de esta medida de fuerza que el gobernador Aníbal Gaviria calificó de “falso paro minero”. La medida tiene a más de 250.000 personas de 16 municipios del noroeste colombiano con escasez de alimentos y desabastecimiento de otros productos, incluso de gas. En ese marco, decretó el toque de queda.
En esas zonas se han producido en los últimos días ataques a poblaciones y a la fuerza pública, disparos y detonaciones y la quema de tres máquinas de una obra vial y varios camiones, entre otros actos de vandalismo.
Gustavo Petro apuntó directamente al Clan de haber roto los acuerdos justo en la semana que se anunció el reinicio de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional en Cuba y con las disidencias de las FARC.
El presidente colombiano dijo en su cuenta de Twitter que el Clan del Golfo está “contra el pueblo humilde” luego de dejar sin agua potable a Tarazá, al romper los tubos que abastecían a esa población. “Afectar el agua potable de una ciudad es poner en riesgo la vida de niños y niñas, de todo ser humano. El Clan del Golfo con su hostilidad contra la población ha roto el cese al fuego”, denunció.
Son varios los sectores que cuestionan la negociación de Petro con los narcos, algo que presumió hace pocas semanas en un cruce con el presidente de El Salvador Nayib Bukele donde cuestionó la mano dura aplicada por el salvadoreño, por correr a las fuerzas públicas de los territorios y habilitar el control de los narcos, como ocurre en varios estados de México.
Otro tema que opera lateralmente en este conflicto es la supuesta decisión de renunciar al financiamiento de Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico, algo que preocupa a Washington y genera molestia en las Fuerzas Armadas.