La jefa de Estado condecoró con el Gran Collar de la Orden del Sol al Nobel de Literatura, un mes después de su incorporación a la Academia Francesa. “Rechazamos firmemente su injerencia”, dijo a líderes extranjeros.
Mario Vargas Llosa defendió la legitimidad de la presidenta Dina Boluarte este miércoles, cuando fue condecorado con el Gran Collar de la Orden del Sol, la máxima distinción nacional, un mes después de su incorporación a la Academia Francesa.
En su discurso, el Nobel de Literatura 2010 consideró que “algunos” presidentes extranjeros “han intervenido de manera indecorosa en los asuntos peruanos, arrastrando a los vecinos y poniendo en duda la legitimidad” de la jefa de Estado.
“En el Perú prevalece la democracia y rechazamos firmemente su injerencia, que viola las normas internacionales y los más elementales principios de la buena vecindad”, remarcó el escritor hispano-peruano, acompañado de Patricia Llosa, su exesposa.
Agregó que respeta la política que “encarna” Boluarte, pese a que The Economist dejó de considerar al país como un régimen democrático y lo rezagó a la categoría de régimen híbrido, debido al “entorno político inestable, una polarización extrema y una alta tolerancia hacia el gobierno militar”.
Aunque señaló que no se ha desligado de la coyuntura peruana, pese a que radica en el extranjero desde que fue derrotado por Alberto Fujimori (1990-2000), Vargas Llosa no se refirió a las muertes en las protestas antigubernamentales por las cuales Boluarte enfrenta una investigación preliminar por genocidio.
Sus lazos con la política peruana le ha mantenido muy vinculado a la coyuntura y, en las elecciones presidenciales de 2021, le llevó a apoyar por sorpresa a Keiko Fujimori (hija de Alberto Fujimori) frente a Pedro Castillo, de quien Boluarte fue vicepresidenta.
La mandataria se refirió a Vargas Llosa como el “mayor referente de las letras del Perú y uno de los principales de América y el mundo”, además de resaltar el Nobel y su reciente incorporación a la Academia Francesa.
La jefa de Estado mencionó también que Vargas Llosa ha dedicado casi la totalidad de su obra a retratar el Perú y que ha sido “un defensor estoico de la democracia y la libertad”. Durante el acto, el Nobel titubeó en varias ocasiones al leer su discurso e, incluso, dejó alguna frase incompleta.