Alberto Rodríguez Saá y Schiaretti armaron un bloque con la puntana Catalfamo, la cordobesa Vigo, el entrerriano Kueider, el jujeño Snopek y el correntino Espínola. El oficialismo pierde el dominio del recinto.
Cuatro senadores del interbloque Frente de Todos abandonaron el interbloque conducido por José Mayans y armaron uno propio junto a la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que fue clave en la cristalización de la ruptura.
El nuevo bloque se llamará Unidad Federal y deja al oficialismo sin capacidad de formar la mayoría propia que el año pasado consiguió con aliados de partidos provinciales.
Los senadores que dejaron la conducción de José Mayans son el entrerriano Edgardo Kueider, el correntino Carlos Espínola, el jujeño Guillermo Snopek y la puntana María Eugenia Cataflamo. Snopek será presidente y Vigo la vice.
Los dos primeros integraban el bloque frente nacional y popular, vinculado al PJ y los otros Unidad Ciudadana, el sello de Cristina Kirchner. Son bancadas ficticias creadas hace un año con la división táctica que implementó Cristina para quedarse con un lugar en el Consejo de la Magistratura. No tuvo otra funcionalidad y el Frente de Todos se manejó en forma homogénea.
Con esta ruptura, Cristina tendrá 31 senadores: 19 del FNyP y 12 de UC. Para iniciar una sesión se necesitan 37 votos y ya no los alcanzan con sus tres aliados habituales: el rionegrino Alberto Weretilneck, la misionera Magdalena Solari Quintana y la riojana Clara Vega.
Juntos por el Cambio mantiene sus 33 miembros: 18 de la UCR, 9 del PRO, 4 de Cambio Federal y 2 monobloques (el sanjuanino Roberto Basualdo y la tucumana Beatriz Ávila).
Un dato: los bloques del Frente de Todos siguen representando la primera y la tercera minoría, lo que buscó Cristina hace un año cuando los partió. La Corte Suprema rechazó la jugada no dejó asumir como consejero al kirchnerista Martín Doñate. Pero nadie podrá reclamar su lugar.
De esta manera, para conseguir el quórum el FdT y JxC deberán negociar con los federales, que a través de un comunicado, anticiparon que mantendrán su autonomía. “Buscamos ser una alternativa desde donde se priorice la posibilidad de aportar a la reflexión sobre la Argentina que queremos para nosotros y las futuras generaciones, sin grietas”, señalaron. El discurso es calcado el de Schiaretti, que viene intentando armar una alternativa nacional con la bandera de la superación de la grieta, que dice que logró en Córdoba.
Es un discurso que alimenta su consultor Guillermo Seita y que cuestiona tanto al kirchnerismo como al macrismo, pese a que con esta fuerza el cordobés tiene mejor relación.