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En un hecho que rápidamente despertó un fuerte malestar en el cuerpo de abogados de Morón, con al acuerdo de su presidente, Jorge Frega, y de los miembros del consejo directivo, se designó a Naldo Raúl Gómez, miembro del Batallón de Inteligencia 601 durante la última dictadura militar, como encargado de biblioteca.


El abogado Walter Brizzio se hizo prontamente eco de este hecho y presentó una denuncia ante la secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Comisión Provincial por la Memoria, repudiando el hecho y sosteniendo que se trata de una actitud de “negacionismo de genocidio”.

En la misma, se cita la celebración por los cincuenta años de la institución en la que el presidente de la misma sostuvo: “Cada vez que defendemos, estamos molestando a un poderoso, y vamos a seguir molestando, porque ese es nuestro rol: el de defender a los vulnerables”, en un acto del que participaron los intendentes Lucas Ghi (Morón) y Damián Selci (Hurlingham), junto a la destacada presencia de Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo.

La sede del Colegio de Abogados se encuentra, insólitamente en contraste con este hecho, al lado de la comisaría Nro. 1 que funcionó como centro clandestino de detención, y a su izquierda funcionaba el juzgado penal donde María Elene Peter de Fioritti fue detenida y desaparecida junto a su esposo, por pertenecer al gremio judicial.

“¿Nadie vio nada? Ni en los años de plomo y tampoco lo quieren ver hoy aunque hablamos de delitos imprescriptibles en causas que no tienen resolución definitiva”, concluyó Brizzio.