Yamandú Orsi liderará un nuevo gobierno del Frente Amplio tras derrotar al oficialismo por cinco puntos de diferencia. Su victoria marca un cambio generacional en la izquierda uruguaya y refuerza la orientación progresista del Mercosur.
Tras superar al oficialista Álvaro Delgado por cinco puntos de diferencia, Yamandú Orsi encabezará un nuevo gobierno del Frente Amplio en Uruguay. La transición se iniciará con el reconocimiento de la derrota por parte del presidente saliente, Luis Lacalle Pou, y del propio Delgado, mientras el traspaso de mando está programado para el 1 de marzo.
Con esta victoria, el Frente Amplio recupera el poder después de la interrupción sufrida en 2019 y marca un cambio generacional en su liderazgo. Orsi, gobernador de Canelones, toma la posta de figuras históricas como Tabaré Vázquez, Danilo Astori y José Mujica, quien, pese a su avanzada edad, participó activamente en la campaña. En esta nueva etapa, el Movimiento de Participación Popular, liderado por Mujica, se consolida como el partido predominante dentro de la coalición y tendrá un rol clave en la conformación del gobierno.
El Frente Amplio obtuvo 16 bancas en el Senado, asegurando el control de una cámara fundamental para decisiones como los ascensos militares y la designación de jueces. Sin embargo, enfrentará un escenario más complejo en Diputados, donde la derecha cuenta con una leve mayoría de dos bancas. Además, el comportamiento del partido Identidad Soberana, liderado por Gustavo Salle, se presenta como una variable incierta en la nueva configuración parlamentaria.
Entre los principales desafíos para Orsi están mantener la estabilidad macroeconómica, reducir la desigualdad y enfrentar el problema del narcotráfico. Su programa incluye la incorporación de 2.000 nuevos efectivos policiales y una reforma de la seguridad social que busca revertir el aumento de la edad de retiro establecido por el gobierno saliente. En el ámbito regional, su triunfo refuerza la orientación progresista del Mercosur, alineándose con los liderazgos de figuras como Luiz Inácio Lula da Silva y alejándose de posturas más disruptivas en la región.