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El Trastorno Generalizado del Desarrollo afecta las habilidades y la conducta de comunicación. El acceso a la atención médica y la educación son clave para la integración social. Nota al Pie dialogó con María de los Ángeles Cabrera, integrante del grupo y madre de un joven diagnosticado.

TGD Padres Hurlingham comenzó en 2017 tras el llamado de Verónica, que motivó el encuentro de cuatro mamás y una hermana en la Plaza de Hurlingham. Créditos: Facebook TGD Padres Hurlingham.

TGD Padres Hurlingham surgió el 15 de junio de 2017 cuando Verónica, mamá de un niño con Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD), solicitó ayuda para integrar a su hijo. De esta forma, nació un equipo compuesto por madres, padres, abuelos y abuelas de Hurlingham. Su objetivo es conquistar más derechos para sus familiares con TGD y lograr su efectiva inclusión.

Nota al Pie conversó con María de los Ángeles Cabrera para conocer sobre el TGD, el trabajo del grupo y la integración social. “El TGD es un trastorno, definido en el manual de enfermedades psiquiátricas de Estados Unidos”, certificó María. En este marco, el equipo de padres trabaja para la inclusión de niños, niñas, adolescentes y adultos que viven con este trastorno.

Asimismo, Cabrera confirmó que “el TGD pertenece al Espectro Autista. Contiene a personas con Autismo y Asperger”. El primer diagnóstico de estas personas es que poseen un trastorno en el neurodesarrollo que afecta a la conducta de la comunicación. Frente a esta situación, TGD Padres Hurlingham busca la conquista de más derechos y acompaña a las familias.

Un contexto de sobrecargas de hospitales y clínicas motivó aún más el accionar inmediato de TGD Padres Hurlingham. La entrevistada explicó que “el Hospital San Bernardino está desbordado, sin psicología, neurología y fonoaudiología”. En estos factos se puede observar que el municipio tiene todavía algunos desajustes en materia de asistencia médica.

En consecuencia, el grupo comenzó un trabajo dedicado a solventar estas deficiencias. “Tuvimos algunas reuniones con el Centro de Atención y realizamos algunas actividades con esta idea”, confió. Ahora bien, aún resta mucho por hacer, pero el rol del equipo es central. Cabrera confirmó que “buscamos capacitar al personal de salud, estatal y de seguridad”.

Por otro lado, el grupo también considera elemental el trabajo con instituciones educativas. María de los Ángeles compartió: “Brindamos charlas y capacitaciones a docentes para darles las herramientas que necesitan para trabajar cuando alguno de los chicos tiene una crisis”. La principal escuela con la que articulan es la Escuela Especial Platerito, de Hurlingham.