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Vecinos aterrorizados denuncian que la policía liberó la zona: drogas, heridos y amenazas, mientras Zabaleta se desentiende.

En la esquina de Bradley y Húsares, en la localidad de Villa Tesei, tuvo lugar una batalla entre bandas narco por el control del territorio. Esto ocurrió la semana pasada, pero los vecinos cuentan desesperados que el barrio es desde hace meses una zona liberada. Circularon videos del enfrentamiento, con palos y piedras, además de imágenes de vecinos heridos solo por pasar por la calle. La policía, cuentan los vecinos, tiene una única respuesta: “No podemos hacer nada”.

Lo sucedido muestra que el descontrol de la localidad es parte de una escalada inédita. Este es el tercer hecho de esta naturaleza en los últimos 90 días. Los vecinos vienen denunciando, entre otras cosas, venta de droga, golpes a transeúntes y amenazas de muerte a niños del barrio. El saldo hasta hoy fueron ataques a vecinos, terror en niños y mujeres y un hombre de 70 años que debió ser hospitalizado con el tímpano perforado tras la embestida de los criminales. 

Los vecinos temen por lo que ven como una impunidad total de parte de los delincuentes. Las denuncias formales no prosperaron y la policía se desentendió de la situación, sin siquiera mandar un patrullero a la zona, incluso después de la batalla campal. La impotencia es tal, cuentan, que ya no saben qué hacer.

La situación, según los vecinos, empieza todas las tardes al caer el sol. Sin patrullaje policial ni garantías para las personas del barrio, la zona queda en manos de “los soldaditos”, especie de pelotón narco formado por menores de edad, que sirven a las órdenes de los traficantes. El cuadro empeoró cuando, hace pocos días, una banda de otro barrio quiso vender en la misma zona. Un niño que estaba jugando en la calle fue amenazado con un arma en la cabeza en una aparente puja de poder callejero. 

Los “soldaditos” están descontrolados luego de que mataran al que era su cabecilla. Golpearon a vecinos y comerciantes de la cuadra. El abandono de esta zona por parte de las autoridades municipales es tal que algunos vecinos quisieron organizarse entre ellos para resolver la situación. Una vecina convocó a todos a una reunión pero el miedo fue más fuerte y nadie asistió.